Desde OSPACA tenemos la premisa de mantener a nuestros afiliados informados en lo que a salud se refiere, con el objetivo de prevenir y cuidar a cada uno de ellos. Por eso queremos brindarte todo lo que tenés que saber con respecto al dengue.
El virus del dengue se transmite por mosquitos hembra principalmente de la especie Aedes aegypti y en menor grado, de A. albopictus. Es una enfermedad de carácter vírica que se ha propagado rápidamente en diversas regiones, en especial en las zonas tropicales, subtropicales y con variaciones que dependen en gran medida de las precipitaciones, la temperatura y la urbanización rápida sin un planificamiento adecuado. Tal es el incremento de la incidencia de dengue en el mundo, que alrededor de la mitad de la población mundial corre riesgo de contraer el virus y al presentarse en gran mayoría de los casos como asintomático, el número es superior a los detectados.
Los síntomas más comunes de la enfermedad están relacionados en primera instancia con una fiebre elevada (40°C), acompañada por fuertes dolores de cabeza, dolores detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos y sarpullido. Dichos síntomas se presentan al cabo de un periodo de incubación de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado y por lo común duran entre 2 y 7 días.
El dengue grave es una complicación potencialmente mortal ya que se cursa con extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica. Los signos que advierten de esta complicación se presentan entre 3 y 7 días después de los primeros síntomas y se acompañan de un descenso de la temperatura corporal (menos de 38 °C). Durante éste período el infectado puede manifestar dolores abdominales, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de las encías, fatiga, inquietud y presencia de sangre en el vómito. Las siguientes 24 a 48 horas de la etapa crítica pueden ser letales, por lo que es imprescindible la atención médica para evitar complicaciones aún más graves y así disminuir el riesgo de muerte.
Si bien no existe un tratamiento específico para el dengue grave, es de vital importancia mantener el volumen de los líquidos corporales y recibir una asistencia médica por profesionales que tengan experiencia con los efectos y la evolución de la enfermedad. Existe una vacuna contra la enfermedad y hasta el día de la fecha, su comercialización ha sido autorizada por los organismos de reglamentación de 20 países, para ser utilizada en personas de 9 a 45 años residentes en zonas endémicas. La detección clínica y el tratamiento adecuado de los pacientes con dengue pueden reducir de forma significativa las tasas de mortalidad por dengue grave.
Actualmente la metodología a llevar a cabo para controlar o prevenir la transmisión del virus del dengue consiste en combatir a los mosquitos vectores. Para esto se debe evitar recrear potenciales hábitats en los que el mosquito deposite sus huevecillos. Se debe eliminar correctamente desechos sólidos, cubrir, vaciar y limpiar los recipientes donde se almacena agua para su uso doméstico y aplicar insecticida en zonas donde exista acumulación de agua. El uso de mosquiteros también contribuye con la prevención, así como también la ropa que cubra la mayor superficie posible del cuerpo, principalmente en zonas de alto riesgo.
El dengue es una enfermedad que ha ido en aumento considerable en los últimos años, pero se le puede dar pelea si existe voluntad y conciencia social para contribuir a la prevención. Desde OSPACA te brindamos todas las herramientas necesarias para que estés siempre bien informado y puedas gozar de buena salud. Esa es nuestra prioridad.
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